La maternidad y la paternidad son enormes retos y, aunque no existe una receta, si hay algunos errores muy comunes que solemos cometer y que es importante conocer para evitarlos en nuestra labor de crianza de los hijos:
1. Sobreprotección
Este es uno de los errores más comunes, pues la protección está dentro de la naturaleza de cualquier padre o madre. Sin embargo, es importante que desde pequeños los niños vayan aprendiendo a asumir responsabilidades y a resolver sus situaciones con independencia. Cuando los padres asumen muchas de las tareas de los hijos, pueden generar problemas de autoestima, seguridad y confianza que más adelante se conviertan en límites para el adecuado desarrollo de los niños.
2. Negatividad
La comunicación e interacción con nuestros hijos siempre debe mantenerse de una forma asertiva y positiva. Nunca debe ofender, menospreciar, utilizar calificativos que desvaloricen o hagan sentir menos a los niños, pues esto les genera problemas de autoestima en el futuro y va desgastando la relación con los padres. Además, la comunicación positiva incluye que los hijos vean a los padres enfrentando el día a día con pasión, sin quejarse de todo, con metas e ilusiones, pues de lo contrario se formarán una percepción negativa de la vida.
3. Falta de constancia
Cuando se asume una determinada postura, se da una indicación al niño o niña o se le pone una regla, los padres deben mantenerse en esta (siempre con un margen de flexibilidad entendiendo que se trata de niños), pues de lo contrario pierden autoridad y el niño termina pensando que tarde o temprano sus padres cambiarán de opinión. No se debe cambiar de postura según el estado de ánimo, sino que se debe ser coherente en los mensajes.
4. Malos castigos
Este es un tema de gran debate, pues muchas personas no están de acuerdo con una educación que incluya un castigo. Sin embargo, cuando se da una responsabilidad a un niño o se le quita algún privilegio con el propósito de enseñarle una lección, siempre debe ser una acción realizable, lógica y nunca desproporcionada, porque si no, el niño no aprenderá nada y no podrá cumplir con lo que se le pide, los padres pierden autoridad y se genera la percepción de que las normas de los padres se pueden quebrantar en cualquier momento. Los castigos deben ser moderados.
5. Prometer y no cumplir
Siempre debemos mantener las promesas que hacemos a los hijos pues si no ellos se terminan desmotivando. Cuando les ofrecemos algo como una forma de impulsarlos, y al final no se cumple la promesa, el niño o niña se desincentiva y entiende que por más que se esfuerce nunca obtendrá lo prometido.
6.Comparar entre hermanos
La comparación puede destruir la autoestima y seguridad de los hijos, ya que cada persona es diferente y tiene necesidades diferentes. Los padres deben dedicar tiempo a solas a los hijos y darles un trato personalizado.
7. Falta de límites
Muchas veces, para evitar el conflicto o, bien, por falta de claridad en la forma de crianza, los padres no se preocupan o restan importancia a los límites. Pero, es vital que desde pequeños los niños sigan unas reglas mínimas y conozcan los límites de comportamiento para la sana convivencia, pues más adelante, cuando sea adolescentes o mayores y se les quieran poner algunas reglas no las aceptarán, lo que puede afectar su relación con la familia y el resto de las personas.
8. Querer ser amigo de los hijos
Aunque es importante tener una relación positiva y de confianza con los hijos, principalmente en los primeros años de crianza ellos deben mantenerse como figuras de autoridad. No son amigos, son padres y por tanto se debe evitar establecer relaciones en las que no existan límites, todo se negocie y se exceda la permisividad.
9. Dar malos ejemplos
La frase “educar con el ejemplo” lo resume todo. No se puede pedir a los hijos un comportamiento, el respeto de una norma, un cambio de actitud, si como padres no actuamos de la forma en la que pedimos actuar a ellos. Un padre o una madre es un modelo y debe ser coherente en lo que dice y hace para que sus hijos vean como legítimo su mensaje y su autoridad.
10. Hacerlos mayores antes de tiempo
Debemos permitir que los niños vivan cada etapa con sus responsabilidades y sus ventajas. Es un error tanto darles tareas que no corresponden a su edad, como brindarles permisos antes de tiempo, tratándolos como si fueran adultos. Debe existir un balance, entendiendo que cada etapa es importante.
¿Qué aprendizajes han tenido ustedes en el proceso de crianza?
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