8 hábitos de las personas con una relación sana con los alimentos.

8 hábitos de las personas con una relación sana con los alimentos.

Dra. Kathryn von Saalfeld, Nutricionista

CPN 817-11

Clínica de Nutrición von Saalfeld

info@saborysalud.com / 2256-8067

 

Con tantos temas de nutrición que se hablan hoy en día, para muchas personas existe una delgada línea entre el pensar cuidadosamente acerca de lo que se puede comer, u obsesionarse con la alimentación y restringir el consumo de alimentos peligrosamente.

Ya sea que usted coma por factores emocionales, de forma compulsiva, que padezca trastornos alimentarios o simplemente no sepa qué comer, hay algunas cosas que puede aprender de las personas a las que la alimentación saludable simplemente les es demasiado fácil.

A continuación, una lista de cosas que hacen:

  1. Comen de manera consciente: Nuestro cuerpo nos da señales de hambre y saciedad, que muchas veces ignoramos por falta de conciencia. Las personas que tienen una relación sana con la comida, por lo general, son capaces de escuchar a su cuerpo para autorregular el consumo de alimentos. Comen cuando tienen hambre, y se detienen cuando están saciados. ¿Suena fácil, verdad? Asímismo, este es el mensaje que deberíamos de transmitirle a nuestros hijos. Ya pasó de moda el ¨síndrome de plato limpio¨, en donde nos decían que no podíamos levantarnos de la mesa hasta terminar todo el plato. Los niños, más que los adultos, son capaces de ejercer la autorregulación alimentaria.
  2. Comen de todo pero en forma moderada: No existen los alimentos “prohibidos”, “malos” o “buenos”. El comer es sinónimo de poder nutrir el cuerpo a través de los mismos.
  3. Comen cuando tienen hambre física: Muchas personas comen por hambre emocional. Cuando esto sucede, se enmascara lo que la emoción está tratando de enseñarnos, y en su lugar, lo reemplazamos con un sentimiento de culpa o arrepentimiento por el alimento que estamos comiendo.
  4. Dejan de comer cuando están “cómodamente” llenos: Al escuchar las señales de hambre y saciedad, terminan de comer cuando se sienten satisfechos, y no cuando sienten que van a explotar. A los niños, podemos enseñarles a distinguir cómo se siente la pancita cuando está saciada y no tienen hambre, o cuando han comido demasiado y les duele la panza. Es importante no juzgarlos ni hacerlos sentirse mal por lo mismo, solo que lo observen y que ellos puedan poner en práctica la autorregulación.
  1. Desayunan: Tienen más energía, mejor memoria y niveles bajos de colesterol “malo”. Se sienten más saludables, y tienden a comer mejor durante el día, que aquellas personas que no suelen desayunar.
  2. No mantienen comidas “problemáticas” en casa: Por ejemplo, si es amante de los helados, en lugar de tenerlos en el congelador, salga de manera ocasional a una heladería para disfrutarlos.
  3. Conocen la diferencia entre una merienda y una golosina: El realizar meriendas es una manera inteligente para llegar con un apetito razonable al siguiente tiempo de comida, como comer nueces, yogurt o fruta fresca. Una golosina, como los confites, es puramente para el disfrute. Las meriendas deberían de componerse de alimentos que nutren el cuerpo y complementan la dieta. No debemos llenar este tiempo de comida con ¨golosinas¨, las cuales deberían comerse de forma ocasional.
  4. Se dan permiso para disfrutar de la comida: Dedican el tiempo necesario para comer y nutrir su cuerpo. No comen a la ligera, sobre el computador, o en 3 minutos. Reconocen que el cuerpo humano es digno de alimentarse adecuadamente y no a la carrera.

En la Clínica de Nutrición von Saalfeld, podemos guiarle a tener una mejor relación con su alimentación y salud. ¡Contáctenos!

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