Dra. Kathryn von Saalfeld, Nutricionista
CPN 817-11
Clínica de Nutrición von Saalfeld
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Con tantos temas de nutrición que se hablan hoy en día, para muchas personas existe una delgada línea entre el pensar cuidadosamente acerca de lo que se puede comer, u obsesionarse con la alimentación y restringir el consumo de alimentos peligrosamente.
Ya sea que usted coma por factores emocionales, de forma compulsiva, que padezca trastornos alimentarios o simplemente no sepa qué comer, hay algunas cosas que puede aprender de las personas a las que la alimentación saludable simplemente les es demasiado fácil.
A continuación, una lista de cosas que hacen:
- Comen de manera consciente: Nuestro cuerpo nos da señales de hambre y saciedad, que muchas veces ignoramos por falta de conciencia. Las personas que tienen una relación sana con la comida, por lo general, son capaces de escuchar a su cuerpo para autorregular el consumo de alimentos. Comen cuando tienen hambre, y se detienen cuando están saciados. ¿Suena fácil, verdad? Asímismo, este es el mensaje que deberíamos de transmitirle a nuestros hijos. Ya pasó de moda el ¨síndrome de plato limpio¨, en donde nos decían que no podíamos levantarnos de la mesa hasta terminar todo el plato. Los niños, más que los adultos, son capaces de ejercer la autorregulación alimentaria.
- Comen de todo pero en forma moderada: No existen los alimentos “prohibidos”, “malos” o “buenos”. El comer es sinónimo de poder nutrir el cuerpo a través de los mismos.
- Comen cuando tienen hambre física: Muchas personas comen por hambre emocional. Cuando esto sucede, se enmascara lo que la emoción está tratando de enseñarnos, y en su lugar, lo reemplazamos con un sentimiento de culpa o arrepentimiento por el alimento que estamos comiendo.
- Dejan de comer cuando están “cómodamente” llenos: Al escuchar las señales de hambre y saciedad, terminan de comer cuando se sienten satisfechos, y no cuando sienten que van a explotar. A los niños, podemos enseñarles a distinguir cómo se siente la pancita cuando está saciada y no tienen hambre, o cuando han comido demasiado y les duele la panza. Es importante no juzgarlos ni hacerlos sentirse mal por lo mismo, solo que lo observen y que ellos puedan poner en práctica la autorregulación.
- Desayunan: Tienen más energía, mejor memoria y niveles bajos de colesterol “malo”. Se sienten más saludables, y tienden a comer mejor durante el día, que aquellas personas que no suelen desayunar.
- No mantienen comidas “problemáticas” en casa: Por ejemplo, si es amante de los helados, en lugar de tenerlos en el congelador, salga de manera ocasional a una heladería para disfrutarlos.
- Conocen la diferencia entre una merienda y una golosina: El realizar meriendas es una manera inteligente para llegar con un apetito razonable al siguiente tiempo de comida, como comer nueces, yogurt o fruta fresca. Una golosina, como los confites, es puramente para el disfrute. Las meriendas deberían de componerse de alimentos que nutren el cuerpo y complementan la dieta. No debemos llenar este tiempo de comida con ¨golosinas¨, las cuales deberían comerse de forma ocasional.
- Se dan permiso para disfrutar de la comida: Dedican el tiempo necesario para comer y nutrir su cuerpo. No comen a la ligera, sobre el computador, o en 3 minutos. Reconocen que el cuerpo humano es digno de alimentarse adecuadamente y no a la carrera.
En la Clínica de Nutrición von Saalfeld, podemos guiarle a tener una mejor relación con su alimentación y salud. ¡Contáctenos!