Melissa Varela
Todas las personas aprenden de distintas maneras. Algunos retienen información viendo, otros escuchando, o escribiendo. Sin embargo, para algunos estudiantes no es tan fácil identificar cómo es mejor aprender. Así, las adecuaciones curriculares entran en juego cuando un estudiante, o grupo de alumnos, requieren un apoyo adicional para llevar con éxito el proceso de aprendizaje. Cada caso es especial, por lo que las metodologías de enseñanza, actividades de aprendizaje, la organización del espacio escolar, los materiales didácticos, y hasta los métodos de evaluación, deben tomar en consideración los intereses, motivaciones y habilidades de cada estudiante.
En el desarrollo de las adecuaciones curriculares pueden ubicarse dos enfoques. Uno, las adecuaciones de acceso. Estas refieren a la creación de condiciones físicas y en el mobiliario que permitan que el estudiante con necesidades educativas especiales puedan utilizarlos. Estas deben permitir la interacción y comunicación con los demás estudiantes, y su utilización de la manera más autónoma posible. Estas adecuaciones están dirigidas especialmente a estudiantes con alguna discapacidad física.
Dos, las adecuaciones no significativas tienen su enfoque en cambios evaluativos y metodológicos, no tanto en modificaciones del programa de estudios. Están basados en las necesidades, características e intereses de los educandos, sin hacer a un lado los objetivos y contenidos de la materia.
¿Qué acciones pueden ayudar a estos estudiantes?
Desde el centro educativo, pueden utilizarse medios visuales y auditivos al brindar instrucciones, así como respetar el ritmo y estilo de aprendizaje de cada alumno.
Desde el hogar, el apoyo puede ser mayor, si, por ejemplo, se establecen rutinas, límites y responsabilidades, y si se fomentan actividades deportivas que demanden coordinación, como fútbol, natación, gimnasia.
El proceso de aprendizaje difiere de cada persona, el reto está en saber cómo ayudar a aquellos alumnos que presentan dificultades en el proceso. La atención es compartida entre el centro educativo y la familia.