Kathryn von Saalfeld K.*
Nutricionista – www.saborysalud.com
Si usted se pregunta a diario por qué seguir en la lucha con sus hijos para que coman sanamente, considere lo siguiente:
• Los niños entre ocho y quince años de edad con un mayor peso tienen mayor propensión a ser adultos con sobrepeso u obesidad
• Existe una relación inversa entre el consumo de frutas y vegetales y el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.
• Se ha demostrado que la arteriosclerosis en la aorta y arterias coronarias puede iniciarse desde la niñez
¿Qué es una dieta saludable y balanceada?
Está demostrado que una dieta balanceada es vital para aportar todos los nutrientes que el niño en crecimiento requiere y que también disminuye la aparición de enfermedades en la edad adulta. Por este motivo, la familia debe incentivar el consumo de ciertos alimentos en los niños y adolescentes, por ejemplo:
• Diversos vegetales y frutas
• Variedad de cereales (incluyendo pan, arroz, pasta y leguminosas), en especial los altos en fibra o integrales
• Carnes magras, pescado, pollo y otras alternativas en su dieta
• Lácteos descremados, tales como leche, yogurt y queso
• Consumir poca grasa y preferir aquéllas de fuentes vegetales
• Limitar las frituras
• Elegir agua como bebida, en lugar de gaseosas y frescos azucarados
• Evitar o reducir el consumo de comidas rápidas a una opción o menos por semana
La importancia de realizar actividad física todos los días
Como parte de un estilo de vida sano, los niños deben incluir al menos sesenta minutos diarios de actividad física. Esto no significa que debe enviar a su hijo de seis años a trotar por las mañanas, pero sí es importante que promueva en ellos el juego activo. Además, se recomienda limitar las actividades sedentarias como la televisión, computadora, videojuegos, entre otros, a dos horas como máximo por día.
Prácticas saludables para la familia
• Haga tiempos de comida en familia.
• El desayuno NO es negociable. El niño siempre debe desayunar antes de ir a clases.
• No obligue a los niños a limpiar el plato; promueva que ellos coman hasta la saciedad (no llenura).
• No castigue o premie con comida.
• No utilice la comida como una forma de dar amor.
• Describa los alimentos como “alimentos de todos los días” o “comidas ocasionales”, y no como “buenos” o “malos”.
•Ofrezca agua para saciar la sed.
•Ponga meriendas o bocadillos saludables al alcance de sus hijos.
• Limite las comidas fuera de casa.
•Promueva que sus hijos participen en la preparación de las comidas.
• Sea un buen ejemplo a seguir!
* Kathryn von Saalfeld es columnista de Pan-American
Magazine, revista oficial de Pan-American School.