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Los efectos del calentamiento global no sólo se sienten en tierra o en la atmósfera. El océano ha visto un aumento en sus temperaturas; incluso, el 2015 ha sido confirmado como el año más caliente, desde la medición de los records en 136 años, de las temperaturas de las superficies marinas. De hecho, si llevamos el calor de los primeros 2000m del mar entre 1955-2015, a los 10Km inferiores de la atmósfera, entonces la Tierra se habría calentado hasta alcanzar los 36°C.
Los efectos del calentamiento global oceánico alteran estructuras como los arrecifes coralinos, cambian la esencia de las condiciones ambientales, influyen en el clima, y sus efectos se trasladan a las actividades del ser humano al impactar el valor económico de las comunidades costeras, debido a que sus actividades cotidianas y de productividad están relacionadas directamente con lo que el océano les proporciona.
Hasta ahora, la función reguladora del mar ha permitido mitigar los efectos del calentamiento global en la atmósfera al absorber parte del calor y del dióxido de carbono (CO2). No obstante, estos beneficios se han traducido en una alteración física y química del mar, conduciendo a una mayor acidificación, calentamiento de las aguas, y al crecimiento del nivel del mar.
Los mayores efectos del calentamiento marino están ocurriendo en el hemisferio sur, y contribuye al deshielo de los casquetes polares en la Antártida. Desde la década de 1990, el calentamiento de las atmósferas polares ha sido el doble que el ritmo promedio del calentamiento global.
Estos cambios en esta parte del mundo son preocupantes debido a que los ecosistemas a su alrededor son altamente dependientes de la circulación regional y del clima oceánico. Igualmente, su importancia radica en el rol que cumple en el ciclo global de carbono, la pesca, y en la conservación de muchos mamíferos marinos, pingüinos, y aves marinas.
Paralelamente, el calentamiento global ha conllevado a que en los últimos años la cantidad de huracanes grado 3-5 sean más frecuentes; es decir, huracanes más fuertes y con mayor poder de destrucción. A pesar de que el promedio de huracanes al año parece no variar, sí se pronostica que la cantidad de huracanes peligrosos aumente. Por otro lado, la posibilidad de que un huracán se formara en el pacífico sur era poca. Dados los cambios en la convección atmosférica, relacionados con variaciones en la temperatura del suelo, harán que este tipo de tormentas sean cada vez menos excepcionales.
Adicionalmente, los efectos que el país ha estado presenciando por causa del “El Niño” en los últimos años están relacionados con el cambio en la ubicación principal de las anomalías en la temperatura de la superficie marina hacia el Pacífico central.
A pesar de este panorama, la atención global, especialmente política, del calentamiento marino no ha sido ampliamente abordada, ni ha generado tantas reacciones en la propuesta de intervenciones. Algunas recomendaciones dadas por los expertos son:
1- Reconocimiento de la severidad del impacto: existe la necesidad de un mejor reconocimiento de la evidencia científica sobre los efectos en organismos marinos y costeros claves, y en ecosistemas y servicios.
2- Política de acción global unida y concertada para la protección oceánica: protección total, efectiva, acelerada de los ecosistemas marinos, y una mejor implementación de medidas sostenibles a lo largo del océano.
3- Asegurar protección comprensiva y gestión: la legislación internacional actual debe reformarse para abarcar la protección marina más allá de los límites nacionales.
4- Actualización de la evaluación de riesgos: es urgente determinar los riesgos actuales y futuros para mitigar, planear y adaptar apropiadamente.
5- Actualizar análisis económicos: nuevos reportes son necesarios en la actualización de la escala, naturaleza y efectos de los impactos del calentamiento marino, con el objeto de contabilizarlos y conocer de qué manera afectan economías regionales debido a los perjuicios en servicios valiosos, y cambios en la distribución de recursos (atún, etc.).
6- Cerrar brechas en necesidades fundamentales de ciencia y capacidad: a pesar del conocimiento adquirido, hace falta más inversión en investigación de los efectos actuales y, eventualmente, el pronóstico de cambios futuros para la formulación de acciones que lleven a la mitigación de los efectos del calentamiento marino.
7- Alcanzar cortes rápidos y sustanciales de las emisiones de gases efecto invernadero: la disminución de los GEI es la solución macro que determinará el futuro de otras soluciones. La comunidad científica mantiene la preocupación en que, si el aumento en la emisión de GEI continúa, las opciones para mitigar, proteger, reparar y adaptar al océano sean menores y menos efectivas.
Fuente: IUCN. Ocean warming: causes, scale, effects and consequences. And why it should matter to everyone.