Melissa Varela
El sector privado mantiene la vanguardia en la creación e innovación en la ciencia y la tecnología.
Es por esta razón, que las alianzas público-privadas, para la dinámica y expansión de estas, lleguen
al acceso de toda la población, a todas las áreas de la vida.
De este modo, se han visto diferentes proyectos, a nivel nacional e internacional, a utilizar la
tecnología y las innovaciones realizadas por distintas empresas en la mejora de los servicios y
bienes al alcance de las personas. Salud, educación, y la conservación del medio ambiente han sido
de los sectores más beneficiados.
Cada actor tiene su responsabilidad. Por un lado, el sector público, como aquel que puede brindar
un recurso humano altamente capacitado, y promover la infraestructura necesaria para el desarrollo
de los proyectos; y por el otro lado, el sector privado: el creador de la tecnología. Así, en algunos
países, desde hace mucho tiempo, se han desarrollado proyectos en conjunto que han cristalizado en
grandes compañías multinacionales. El peso del Estado Finlandés en el nacimiento y desarrollo de
la empresa de teléfonos móviles Nokia es un gran ejemplo de estos lazos.
En el caso de Costa Rica, desde el inicio del modelo de desarrollo seguido desde finales de la
década de 1980: la atracción de inversión extranjera, especialmente aquella de alta tecnología; ha
nacido la interrogante de cómo hacer que esa tecnología entable raíces en la sociedad y producción nacional.
De esta forma, en el campo de la tecnología en la educación, se han conocido distintos esfuerzos
por democratizar el acceso a esta por los estudiantes, y que funcione, a la vez, como una
herramienta de ayuda en el proceso de aprendizaje.
Proyectos desarrollados por Intel en colaboración con el Ministerio de Educación Pública (MEP),
el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) y las universidades estatales,
por ejemplo, han constituido un paso más en este proceso de democratizar el trabajo de estas
compañías. Por medio de las Ferias de Ciencia y Tecnología se estimula a los estudiantes a la
innovación y creación de objetos de alto valor social.
El beneficio viene de ambos lados, el reto es seguir definiendo los roles del Estado y del sector
privado para la creación de esos lazos que permitirán un mayor desarrollo en la sociedad
costarricense, y que provocarán una mayor competitividad del país a nivel internacional.