Actualidad Educativa
A partir de las deficiencias encontradas en la aplicación de la evaluación TERCE, realizada por la UNESCO, en doce países de América Latina (incluido Costa Rica), en estudiantes de sexto y tercer grado, se recomiendan las siguientes medidas para mejorar la enseñanza de la escritura en los estudiantes de primaria:
Fuente: Flotts, M; Manzi, J; Lobato, P; Durán, M; Paz, M y Abarzúa, A. (2016). Aportes para la enseñanza de la escritura.
Licda. María Pía Rivera Schmidt – Psicóloga
IntegraVita. Centro Integral de Apoyo Individual y Familiar
Los padres y las madres de familia tienden a ser los principales benefactores en el proceso educativo de sus hijos e hijas, por lo tanto, se ven estrechamente involucrados en el transcurso de este, en el cual, su papel se va transformando de acuerdo a la etapa escolar en la que se encuentren los menores.
En el proceso de desarrollo de los niños y niñas, sus destrezas y capacidades se modifican a medida que, de manera paralela, las exigencias académicas aumentan. Es por esto que el rol de los padres y madres conlleva prioritariamente, el acompañamiento y el desarrollo de la independencia de los pequeños, permitiéndoles avanzar como seres responsables y seguros de lo que piensan, sienten y proyectan en la vida.
De esta manera, durante la etapa preescolar, el rol de los padres y madres radica en el establecimiento de estructuras y hábitos de independencia en la vida de sus hijos e hijas, ya que por primera vez los niños y niñas se enfrentan a la necesidad de actuar de manera autónoma, sin la intervención inmediata de papá o mamá.
Ante esto, resulta importante, explicarles qué es lo que se espera de ellos y ellas y delimitarles cuáles son sus responsabilidades según el nivel del preescolar en el que se encuentren: desde realizar la tarea el día que les corresponda, prepararse para alguna exposición o repasar la materia vista en clase para interiorizar contenidos y afianzar destrezas como algo natural y divertido.
Una vez que los niños y niñas se convierten en estudiantes de educación primaria, el rol de los padres y madres continúa cambiando en busca de satisfacer las necesidades de los escolares. Durante el primer ciclo de la educación primaria, los padres y madres poseen un papel mucho más activo en el aprendizaje de los estudiantes, ya que deben enseñarles a responsabilizarse por sus estudios y la manera de hacerlo. Pueden realizar un horario de estudio con los niños y niñas y enseñarles a utilizarlo para inculcar el hábito y el placer por aprender. De la misma manera, deben brindarles distintas estrategias para estudiar y repasar las distintas materias. Han de entender que las técnicas de estudio deben variar de acuerdo a cada materia, o a sus contenidos, además deben considerar que lo que les funcionó a ellos o a sus hijos o hijas mayores, no necesariamente va a tener un resultado positivo con los menores, por lo que deben buscar y permitirse experimentar las estrategias que mejor se adapten a las necesidades individuales de estos niños y niñas.
A lo largo del segundo ciclo de la educación primaria, se espera que la estructura, los hábitos de independencia y la adquisición de responsabilidades se encuentren consolidados para permitir a los padres y madres modificar su rol. Es en este momento que el involucramiento activo que se presentaba en la etapa anterior, se sustituye por acompañamiento y apoyo hacia los estudiantes. Los niveles de independencia y responsabilidad de los niños y niñas permiten que estos incrementen su nivel de responsabilidad en la concreción de sus tareas, proyectos y períodos de estudio, teniendo claro que cuentan con apoyo de sus padres y madres en caso necesario.
Finalmente, durante la etapa secundaria, se espera que los jóvenes terminen de asumir por completo la responsabilidad de su proceso académico, de sus acciones y decisiones. A pesar de esto, los padres y madres deben seguir involucrándose en el proceso educativo, brindando motivación a sus hijos e hijas, asegurándose que su estado socioemocional es satisfactorio, monitoreando su interacción con el medio y guiando sus inquietudes de manera asertiva.
Resulta importante resaltar que, a pesar de que es la institución educativa la que se encarga de dirigir los aspectos académicos en los y las estudiantes, es la familia la mayor responsable de formar personas íntegras que brinden aportes positivos a la sociedad, encargándose de fomentar en los niños y niñas los valores y conductas que desarrollarán a lo largo de su vida. Es por esto que el acompañamiento, la comunicación y el cariño demostrado por la familia a lo largo del proceso educativo, permitirá el desarrollo de personas seguras de sí mismas, conscientes de que sus decisiones y acciones serán determinantes para forjar un futuro mejor.
Sus rostros de orgullo lo dicen todo. Las cejas arqueadas hacia arriba, la sonrisa amplia y festiva, el rostro aún rojo y henchido, el saludo a las mamás y papás que miran desde la gradería, la medalla colgando del cuello. Esa medalla que significa sudor, esfuerzo y triunfo.
La promoción del deporte es una reciente iniciativa en ACEP. Sus torneos son el marco en el que los niños y jóvenes de los centros educativos asociados muestran sus destrezas y comparten con alumnos y maestros de otros centros educativos. Y lo hacen a través de eventos donde la salud, la sana competencia y el espíritu de lucha y excelencia son la norma.
Pero en este punto también nos hemos planteado un reto ambicioso. Beatriz Ramírez, directora del Green Valley School de Atenas y miembro de la junta directiva de ACEP, explica algunas de esas ideas que ya bullen sobre la mesa de trabajo.
“En este momento, a nivel de junta directiva, estamos promoviendo un Comité Deportivo, de manera que podamos establecer un tipo de juegos estudiantiles, como los que hace el MEP, pero a nivel de centros privados. Es un proyecto interesante que me interesa plantear de una forma más contundente, y de esta forma promover sobre todo la participación de instituciones un poco más pequeñas. Por experiencia le digo, que el hecho de ser un centro pequeño, no significa que no pueda sacar muchísimo talento para algunas disciplinas”, recalca Ramírez.
Ramírez es enfática en indicar como algo muy importante para la ACEP la promoción de las distintas disciplinas deportivas. Para la directora del Green Valley, no se debe dejar de lado que uno de los principios fundamentales de la asociación es fomentar la educación integral.
“Nosotros no podemos referirnos únicamente al aspecto académico, sino que tenemos que ir mucho más allá. Sabemos que a través del deporte, de las artes, como hacemos con la Exposición Pictórica, se desarrollan una serie de destrezas, de habilidades y de valores. Y aparte de todo se fomenta lo que es la integración, la cooperación, la actividad física, y por supuesto el interés de alcanzar un nivel competitivo”, dice Ramírez, con ese tono de convencimiento que dan los retos asumidos con seriedad.
Claro que no podemos dejar de lado lo académico, pero debemos abordarlo desde nuevas perspectivas, desde las vertientes de un mundo cada vez más competitivo, donde la innovación, el reinventarse, es sinónimo de éxito y realización. Por eso ACEP, en alianza con la empresa Progrentis, lleva a cabo la Olimpiada de Lectura Comprensiva.
Nacen nuestros hijos y en un abrir y cerrar de ojos van ya al kínder.
Y viene nuestra primera gran preocupación: ¿qué centro educativo escoger para ellos? Unos bilingües, otros
con un enfoque más deportivo y social, otros con un enfoque hacia lo académico, ecológico… ¡en fin! Lo
cierto es que como padres invertimos mucho tiempo y esfuerzo en decidir cuál será la mejor opción para
garantizar una buena base educativa que asegure un futuro promisorio para nuestros hijos.
Y mientras estamos bien, con buena salud, ambos padres trabajando o uno de ellos colocado en un buen
trabajo, todo marcha con tranquilidad. Pero pasa que de un día para otro se queda sin trabajo o sorprende la
muerte, y no estábamos preparados para afrontar el duro golpe financiero, aparte del emocional, que
conllevan estas terribles circunstancias. ¡Qué gran problema cae sobre la familia!
Por ello, es importante pensar desde YA en el futuro de nuestros hijos y garantizarnos que continuarán sus
estudios hasta graduarse en su centro educativo. Y ahora hay un seguro que cubre justamente la colegiatura de
los hijos: STUDENT LIFE.
Este seguro es muy fácil de adquirir y gestionar. Muchos centros educativos privados ya lo están adquiriendo
e incluyendo dentro de su servicio en la mensualidad que cada padre paga por la colegiatura de su hijo, y esto
por un aumento apenas perceptible. Y en los centros educativos que aún no lo ofrecen, los padres pueden
solicitar que les sea incluido y Sagicor, la aseguradora que lo comercializa, realizará una rápida gestión con la
institución.
Los padres no necesitarán realizarse ningún tipo de exámenes médicos y el seguro es sin límite de suma
asegurada. En definitiva, una opción para invertir en la educación y futuro de nuestros hijos de forma segura.
Si desea más información puede llamar al teléfono 4080-5200, escribir a sagicor_costarica@sagicor.com, o
revisar la web www.sagicor.cr
Magaly Zúñiga
Directora de Investigación y Evaluación, Fundación Omar Dengo
¿Se imagina una escuela sin libros? ¿O donde no se enseñe a leer y a escribir?
En la actualidad las computadoras y la Internet son herramientas tan importantes para el aprendizaje, la comunicación y la participación ciudadana, como lo han sido hasta ahora los libros, y aprender a leer y a escribir.
Invertir en computadoras y en Internet para los centros educativos, constituye una inversión en las condiciones y herramientas de aprendizaje que necesitan nuestros estudiantes para hacerle frente a lo que les exige la sociedad actual.
Pero esto no es suficiente, pues para poder sacar verdadero provecho de estas herramientas es necesario aprender a usarlas de manera inteligente, creativa, y respetuosa de los más altos valores morales, tal y como lo ha venido promoviendo el Programa Nacional de Informática Educativa (PRONIE MEP FOD), desarrollado desde hace más de 26 años por el Ministerio de Educación Pública y la Fundación Omar Dengo.
A menudo decimos que los jóvenes de ahora no necesitan que se les enseñe a usar la tecnología, porque ya la usan de manera natural. Sin embargo, que sepan cómo hacer funcionar computadoras y celulares – sobre todo para jugar y entrar a redes sociales – no quiere decir que sepan aprovecharlas más allá del entretenimiento, o usarlas de manera segura.
Estas herramientas son fundamentales hoy en día para apoyar el aprendizaje escolar y desarrollar las habilidades que necesita la ciudadanía del siglo XXI, tales como investigar para aprender a lo largo de toda la vida, colaborar con otros, resolver necesidades o problemas de la vida cotidiana, comunicarse a través de diversos medios e insertarse productivamente en la economía del conocimiento.
Boomapps
Tomando lo anterior en consideración, en julio de este año más de 200 estudiantes de colegios públicos, entre los 13 y 17 años, incursionaron de la mano del Ministerio de Educación Pública (MEP) y de la Fundación Omar Dengo en el mundo de las apps, aprendiendo a diseñar sus propias aplicaciones.
En talleres tipo campamento, y combinando el trabajo presencial en vacaciones con el virtual durante un período que culminará en noviembre próximo, jóvenes de todo el país han estado desarrollando competencias digitales y habilidades en la programación de aplicaciones (apps) que pueden ser utilizadas en diferentes dispositivos móviles. Los estudiantes se vieron motivados a desarrollar sus propias apps y a profundizar en el mundo de la programación.
Para la Fundación Omar Dengo es muy alentador ver a niños como Anthony Valverde, vecino de Aserrí, plantear el diseño de una aplicación de una biblioteca virtual. En palabras del estudiante: “Una biblioteca que permita a los niños que no tienen dinero, comprar libros, bajar sus libros preferidos de cuentos de esta biblioteca y así poder entretenerse y amar la lectura.” Este es un ejemplo de un niño usando herramientas digitales de la vida real para resolver problemas de la vida real, con una participación activa en su entorno.
Programa Labor@
La Fundación Omar Dengo también procura que la tecnología sirva a los estudiantes para resolver situaciones cotidianas, y qué más cotidiano que resolver situaciones laborales.
Mediante el Programa Labor@, jóvenes estudiantes de colegios técnicos y académicos de todo el país desarrollan capacidades de emprendimiento y adquieren conocimientos sobre gestión empresarial y uso productivo de las tecnologías digitales, mejorando así sus oportunidades de inserción laboral. Adicionalmente, con esta propuesta, encuentran un incentivo para quedarse en las aulas y así combatir la deserción escolar.
Los estudiantes aprenden desde aspectos prácticos como la mejor forma de presentar un “CV” u hoja de vida, el uso de hojas de Excel para presupuestos, o el planteamiento de páginas web para promocionar productos, hasta competencias complejas como gestionar una idea de negocio o administrar su propia micro empresa.
Como vemos, no sólo se trata de contar con tecnología, sino saber usarla para nuestras necesidades en un marco de convivencia respetuosa. Para esto, contar con el equipo tecnológico y el personal docente preparado para que en los centros educativos públicos se enseñe a los jóvenes cómo aprovechar las tecnologías digitales constituye una tarea clave y prioritaria.