¿Educar para el trabajo o educar para la vida?

M.B.A Arturo Varela Rodríguez
Gerente General, Actualidad Educativa

La vigésima segunda edición del diccionario de la Real Academia Española (2001) define educación como “acción y efecto de educar”, “crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los jóvenes”, “cortesía y urbanidad”. Pero, ¿con cuál de estas definiciones se podría asociar la educación que nuestros niños y jóvenes deben recibir en el hogar, como la que adquieren en los centros de estudio?

Generalmente, cuando se habla de educación se piensa solamente en el aspecto académico, en proporcionar a los y las estudiantes de bases amplias y sólidas para cuando lleguen a la etapa de escoger una carrera, y cuando ésta llega, que logren absorber los mayores conocimientos para ser profesionales exitosos. No obstante, ¿qué son, o cómo deberían ser los profesionales exitosos? Estos, antes de ser nombrados como tales, son seres humanos; por lo tanto, se debe proporcionar una educación que resalte y fortalezca los valores y los elementos que definan y caractericen al ser humano como tal, entre ellos, la solidaridad y el respeto por el prójimo.

Ante una sociedad en donde se escucha que ha perdido sus valores tradicionales y se ha convertido en una sociedad individualista, ¿qué se debe realizar para retomar el patrón anterior, o complementar esos valores con el ritmo y el estilo de vida en la actualidad? En definitiva, tanto las escuelas, colegios, como los padres de familia, tienen un papel trascendental para proporcionar profesionales de calidad, pero también personas ejemplares. Una educación integral que incorpore ambas dimensiones nos podría dar augurios de que no sólo se educa para tener buenas calificaciones, sino que, principalmente, se educa para la vida.

En los últimos años el Ministerio de Educación Pública (MEP) ha generado esfuerzos por procurar que la educación de los niños y jóvenes llegue más allá de los exámenes que realicen, las reformas el plan de estudios de Educación para el Hogar, de Educación Cívica, y el inicio en el 2013 de los Programas de Educación Sexual; han abierto paso a una educación más integral.

Ante estas innovaciones y tomando como referencia el debate actual sobre la educación en el país, la edición Octubre 2012 de Actualidad Educativa da un empujón más a la reflexión sobre los límites en la educación de nuestros hijos y la necesidad de ampliarla para lograr una educación para la vida.

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