Nydia Rodríguez
Asociació Terra Nostra
¿Ha tenido usted la oportunidad de conocer un vertedero o botadero de basura? Si su respuesta es positiva, entonces ha visto parte de las consecuencias de nuestro consumismo. Al no invertir un poco más de tiempo en las decisiones que tomamos, estamos afectando de manera negativa nuestra salud y la del planeta.
Casi nada es creado desde un inicio para que sea amigable con el ambiente. Los recursos con los que contamos ahora son los que debemos aprovechar responsablemente para crear cambios significativos en nosotros y en el ambiente que nos rodea. Tal es el caso del vidrio. Este ha sido probablemente el único material que fue creado por su efectividad y que ha causado el menor impacto ambiental y consecuencias en la salud pública. Durante mucho tiempo, fue la única y mejor opción ya que no ocasiona un impacto negativo al ambiente, a diferencia de otros materiales. No existen razones para dejar de consumirlo. Es un material con muchas bondades, es totalmente reutilizable y reciclable sin límite en la cantidad de veces que puede ser procesado. Al reciclar, el vidrio no pierde sus propiedades; además, se ahorra una cantidad de energía, de alrededor del 30% con respecto a fabricar vidrio nuevo, reduciendo así la huella ambiental del país. Para su adecuado reciclaje, el vidrio es separado y clasificado según su tipo, el cual por lo común, está asociado a su color. Una clasificación general es la que divide a los vidrios en tres grupos: verde, ámbar y transparente o cristalino.
El proceso de reciclado luego de su clasificación, requiere que todo material ajeno sea separado, como las tapas metálicas y etiquetas; después, el vidrio es triturado y fundido para fabricar nuevos envases que tendrán idénticas propiedades con respecto al vidrio fabricado directamente de los recursos naturales de los que proviene.
Los tipos de envases de vidrio utilizados contienen principalmente bebidas alcohólicas o productos farmacéuticos, entre otros y se clasifican en: One Way, es decir, de un solo uso; y retornable, los que vuelve a usarse. Ambos tipos son 100% reciclables una vez que se concluye su ciclo de vida: se destruye el envase y se vuelve a fabricar para múltiples fines.
El vidrio retornable puede ser reutilizado 40-50 veces antes de que sea reciclado. El proceso de reutilización de estas botellas consiste en la recolección de las mismas en puntos de venta y restaurantes por parte de la embotelladora. Luego, los envases se someten a un riguroso proceso de lavado e inspección para ser utilizados nuevamente. Esta práctica es mejor aún, ya que disminuye la emisión de gases al no fabricarse envases nuevos. Al contribuir a la reducción de envases que demandan recursos naturales y energía, colaboramos de mejor manera a preservar el ambiente.
El envase de vidrio retornable incide en forma positiva en el manejo de los residuos, ya que gracias a retornarlo no llegará nunca a la basura. La mayor parte de las empresas, sobre todo las que poseen responsabilidad empresarial, apoyan el uso de envases de vidrio retornable. Además de contribuir con la conservación de nuestro planeta, el vidrio retornable también tiene un beneficio económico para el consumidor, ya que al pagar solamente por el contenido y no por el envase, el costo es menor.
Otros beneficios de envasar en vidrio:
Un envase puede ser utilizado hasta 40 veces, mientras que uno de plástico, aluminio o tetrabrik se usa sólo una vez.
-Una botella de vidrio sustituye el uso de 40 latas de aluminio o botellas de plástico.
-Su diseño y resistencia a temperaturas elevadas facilita su lavado y esterilización, por lo que es confiable su reutilización.
-El ciclo de vida de cada envase retornable reinicia cuando se le recicla.
-El uso de envases retornables colabora con la conservación del ambiente y contribuye positivamente a la economía del país.
-Es puro, es limpio, no se oxida, no se corroe, es impermeable, hermético y no es combustible.
-A pesar de los cambios de temperatura, no contamina su contenido.
-Al adquirir un producto en envase retornable se ahorra un 25% en la compra. Los retornables tienen un precio de depósito que se devuelve cuando el envase es entregado al comercio donde se ha adquirido. La economía del consumidor mejora.
-El vidrio, especialmente el retornable, no se convierte en un desecho y no suele encontrarse en vertederos autorizados o no autorizados- nacientes de agua, caminos, orillas de caminos y áreas de uso público en general, por lo que no contribuye a la contaminación, incluída la de tipo visual.