Vanessa Campos
Filóloga Clásica – vanessa.campos.a@gmail.com
La serie de libros de Harry Potter (Harry Potter y la piedra filosofal (1997), Harry Potter y la cámara secreta (1998),Harry Potter y el prisionero de Azkabán (1999), Harry Potter y el cáliz de fuego (2000), Harry Potter y la Orden del Fénix(2003), Harry Potter y el misterio del príncipe (2005), Harry Potter y las Reliquias de la Muerte(2007)) (todas las fechas corresponden a las publicaciones en inglés), de la escritora inglesa J.K. Rowling y películas basadas en estos, han tenido una influencia importante en la adolescencia mundial y Costa Rica no es la excepción. Hay muchos padres de familia que aprecian los libros de Harry Potter porque gracias a ellos, sus hijos han dejado los juegos de video y la televisión para leer un libro. Además, tanto para la salida de un nuevo libro o una nueva película, no sólo jóvenes sino también adultos hemos hecho fila para esperar el nuevo ejemplar o el estreno y ser los primeros en saber cuál es la próxima o la última aventura de nuestro héroe favorito y algo que notamos en esas filas es precisamente la mercancía que se ha creado a partir de esta serie.
Hablando de la mercancía, lo interesante es que ya no sólo la vemos en situaciones que esperábamos, sino que ahora la vemos en situaciones más cotidianas, por ejemplo: los jóvenes se pagan a hacer anteojos cuyos aros redondos emiten a Harry, también vemos en los días de frío bufandas con colores representativos de las casas de Hogwarts, a saber, rojo y amarillo para Griffindor; verde y plateado para Slytherin, amarillo y negro para Hufflepuff y azul y gris para Ravenclaw.
Pero nos preguntamos ¿Por qué? ¿Qué les llama la atención de estos artículos? Cuando se han leído los libros y se entienden las cualidades de casa de Hogwarts, se siente cierta afinidad hacia una casa en particular, así que cuando se encuentran los colores que uno cree que representan esas cualidades, se siente identificado con eso; es decir, es como si el sombrero del libro (el “sorting hat”) te acaba de enviar a la casa en que crees que debes estar y gritó al igual que a Harry: “Griffindor”.
Tener unos anteojos como los de Harry, teñirse el pelo o cortárselo como Hermione o hasta como Malfoy también puede ser una forma de querer acercarse más al mundo de fantasía creado por J.K. Rowling, porque desafortunadamente ya no van a venir más libros, ni más películas y no todos pueden ir a Orlando, Florida a la nueva atracción estrenada apenas hace un año, llamada: “The Wizarding World of Harry Potter” donde la ilusión de estar en ese mundo se puede sentir aún más real.
En línea podemos ubicar a qué casa pertenecemos, antes de hacer las compras de los colores equivocados, ¡No todos somos de Griffindor! Y luego, podemos buscar lo que podamos pagar, desde bufandas, hasta escoba, pasando por varita mágica, uniforme de Quiddish, almohadones, gorras, salveques, básicamente lo que se nos ocurra. Es pues el hecho de que Harry Potter generó en los adolescentes un afán de seguimiento, una lectura apasionada y fiel. La fantasía es parte de la realidad, así como Harry es parte de intereses desarrollados por los y las adolescentes.