Los padres siempre estamos en la búsqueda de nuevas herramientas y dinámicas para estimular la inteligencia y el aprendizaje de nuestros hijos. Por eso, hoy queremos hablar de un juego muy popular, que implica bastante estrategia y aunque muchos lo tachan de aburrido, puede tener muchos beneficios para ellos:
Promueve la capacidad de análisis y síntesis:
La estrategia del juego implica la necesidad de desarrollar diversos análisis, para entender las diferentes posibilidad y plantear un ataque, por lo que, al jugar ajedrez, nuestros hijos pueden ir fortaleciendo esta capacidad analítica que es importante en otras etapas del aprendizaje.
Memoria:
Para poder ejecutar una jugada, primero el niño o niña debe conocer las diferentes opciones y tenerlas memorizadas, además de que debe ser capaz de acceder a ese conocimiento almacenado de manera rápida, porque el juego continúa avanzando. De esta forma, este juego estimula el uso de la experiencia y el conocimiento, que muchas veces es clave para plantear la jugada ganadora.
Empatía y socialización:
El juego demanda la consciencia del otro, para poder comprenderlo y entender la forma en la que construye su juego. Además, como todo juego colectivo, potencia el desarrollo de las habilidades de interacción, ya que implica convivir con otras personas y es apto para cualquier persona, entonces, el niño o niño genera capacidades de desenvolverse con otros, sin importar edad, gustos, etc.
Resolución de problemas y toma de decisiones:
Cada jugada implica una decisión que genera su consecuencia inmediata en el desarrollo del juego. Así el niño o niña sabe que en el ajedrez, debe ser capaz de decidir que movimiento es el siguiente evaluando su impacto y generando al mismo tiempo la resiliencia de poder resolver pequeños problemas o desafíos que surgen a partir de estas decisiones.
Personalidad:
Fomenta la capacidad organizativa y el equilibrio entre lo racional y emocional.
Aceptación de reglas:
Además, esta actividad favorece la aceptación de reglas por parte de niños, que aunque se trata de un juego van ejercitando esa noción de que existen condiciones para la interacción y que estas deben ser respetadas por todos los jugadores.
Creatividad e imaginación:
Finalmente, al igual que la lectura, la escritura, el dibujo y otras actividades, el ajedrez potencia la creatividad e imaginación para visualizar el juego e idear buenas estrategias que permitan resolver el problema o alcanzar el objetivo: derrotar al adversario.
Siempre es importante motivar que los niños realicen actividades, incluso si son juegos, que tengan beneficios y enseñarles que, finalmente, se trata de un juego, una competencia sana en la que debe primar la diversión y el respeto.