M.Sc. Lisseth Villalobos
ICODER
En la actualidad, tener un momento de descanso es para muchos el espacio y tiempo para poder leer los correos electrónicos, revisar las redes sociales, o lograr el objetivo en el juego electrónico que dejamos pendiente el día anterior o ver televisión.
Sin duda la sociedad viene ejerciendo un sistema de automatización por el uso de la tecnología, propiciando el uso del tiempo libre a través del uso abusivo del televisor, computadora, la tablet y/o el celular, métodos que conllevan a aumentar los niveles de sedentarismo en los niños y jóvenes.
EN COSTA RICA
Más del 50% de la población en Costa Rica es sedentaria, o en su mayoría no tiene opciones de evitar el sedentarismo, o también no tiene la suficiente conciencia de los beneficios que conlleva la práctica regular de la actividad física para la salud y el bienestar en general.
Tal dinámica deriva en enfermedades crónicas no transmisibles, generadas del factor del sedentarismo, como el sobrepeso y la obesidad, donde en la gran mayoría de los casos desarrolla enfermedades como: hipertensión arterial, diabetes, dislipidemias, entre otras.
Según datos del Ministerio de Salud, más de la mitad de la población costarricense posee algún grado de obesidad, por lo que son urgentes acciones para generar hábitos de vida saludables, donde la actividad física para la salud juega un papel fundamental y es fundamental su práctica diaria, como forma de prevención.
El ámbito educativo no escapa de este proceso formativo de llevar una vida más activa, ya que son los primeros años el tiempo ideal para formar ciudadanos más conscientes de los beneficios que conlleva una vida físicamente activa, así como la adopción de estilos de vida saludables, y por ende una población más feliz.
ALGUNOS BENEFICIOS DE LA PRÁCTICA DE LA ACTIVIDAD FÍSICA EN ADOLESCENTES Y NIÑOS:
• Ayuda a tener un mejor control de la obesidad, el sobrepeso y el porcentaje de grasa.
• Reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, como diabetes, hipertensión, entre otros.
• Mejora el perfil de los lípidos en sangre.
• Disminuye las posibilidades de padecer diversos tipos de cáncer
• Fortalece el aparato muscular y óseo
• Mejora el estado de ánimo
• Mejora el control del estrés
• Fomenta la sociabilidad
• Mejora el rendimiento a nivel escolar y mayor capacidad de atención
• Genera una mayor sensación de optimismo.
• Mejora el estado anímico y emocional.
Es por ello que la clase de Educación Física debería ser la forma mediante la cual se logre implementar un programa de actividad física atractivo para las poblaciones menores. Según estudios internacionales, entre los dos y cinco años deben los padres y educadores promover un desarrollo integral de habilidades fundamentales motoras, con ejercicios de lanzar, patear, correr y caminar. Luego de este período y hasta los nueve, debemos incrementar las dificultades de los gestos realizados por los niños y niñas, para que posterior a ellos logren incorporar de manera sistemática el desarrollo de fundamentos motrices para el desempeño en diversas disciplinas deportivas, según sus gustos a fin de permitir que crezcan como adultos saludables.
Además, en familia deberá promoverse espacios donde la actividad física para la salud permita el aprendizaje de patrones simples, como caminar al supermercado, subir las escaleras en edificaciones pequeñas, salir al parque a caminar, entre otras. Adicionalmente, debemos implementar una dieta balanceada que permita a los niños y niñas el desarrollo óptimo de todas sus actividades diarias garantizando una mejor calidad de vida.
¡La actividad física es la medicina que todos necesitamos, para ser más saludables! ¡Es una inversión que produce réditos desde el preciso instante en que como individuo la adoptamos y promovemos estilos de vida saludable, pero sobre todo, que nuestro cuerpo con el paso de los años agradecerá!