Lic. Patricia Odio Quesada
Centro de Integración Familiar
Al examinar cada tipo de padre, es importante que no sólo veamos qué clase de padres somos nosotros, sino que también evaluemos nuestra vida a la luz de la manera en la que nosotros fuimos creados.
Cuatro tipos básicos de padres:
- Los padres dominantes.
Esta clase de padres tiende a producir cualidades negativas en sus hijos, generalmente tienen expectativas y normas muy altas, son inflexibles, de reglas rígidas y pocas explicaciones, manteniendo a sus hijos al margen de ciertas actividades.
Por lo tanto, los hijos al desconocer ciertas situaciones que consideran que están mal, participan secretamente en ellas.
Según estudios comprobados, un padre dominante genera en los hijos comportamientos agresivos a gran escala que pueden durar toda la vida y producir violencia mayor.
Algunas características de un padre dominante son:
- “No necesitas razones, yo mando”.
- “No y punto, porque yo digo”.
- “No voy a tolerar esta respuesta”.
Esto produce en los hijos:
- Poco respeto de sí mismos.
- Dificultad para obedecer reglas.
- Produce resistencia, hermetismo y rebelión
- Actitudes incorrectas para llamar la atención.
2. Los padres indiferentes.
Estos padres tienden a carecer tanto del apoyo amoroso como del control sobre sus hijos, muestran una actitud despreocupada e inmadura, no escuchan ni prestan atención, se enojan con facilidad cuando se sienten irritados, y, por lo general, se aíslan de sus hijos dejándolos al cuidado de una niñera mientras ellos se dedican a sus propias actividades.
Los padres indiferentes le roban a sus hijos uno de los factores más importantes de la vida al no ser accesibles a ellos en el aspecto emocional.
Algunas razones por las que se descuida hoy día a los hijos.
- Alta tasa de divorcio; hay menos tiempo de participar de las actividades con sus hijos.
- Madres que trabajan fuera del hogar, para realizarse como mujeres o por problemas económicos.
- Uso excesivo de la televisión, evitando contacto significativo y emocional.
- Sociedad nómada, traslado frecuente de un lugar a otro. Le quita a los hijos fuerza emocional al perder relación con familiares y seres queridos.
Acciones típicas de padres indiferentes.
- Hazlo solo, estoy ocupado”.
- “Eso es problema tuyo”.
- “Otra vez se me ha hecho tarde”.
Esto produce en los hijos:
- Rebelión, indiferencia
- Inseguridad, desmotivación
- Autoestima baja
- Irrespeto.
3.Los padres permisivos.
Generalmente son débiles en poner reglas rígidas en el hogar y ceden con mucha facilidad; por lo tanto no hay castigos ni disciplina.
Desde el punto de vista positivo son fuertes en la esfera del apoyo, comprensivos y alentadores con sus hijos, dando al niño confianza y capacidad para expresar sus pensamientos y sentimientos. Pero, por otra parte, la excesiva permisividad da lugar a hechos indeseables como golpear a otros niños, rayar paredes y romper objetos.
Algunas acciones de padres permisivos.
- “Bueno, está bien”
- “Te entiendo”
- “Por favor, no te enojes conmigo”
- “Bueno, sólo por hoy”
Algunas reacciones de los hijos.
- Controla a sus padres.
- Inseguridad (cuando alguna situación se le derrumba).
- Poco respeto a sí mismo al no controlar ciertas disciplinas personales.
- Manipula al aprender que las reglas no son firmes.
Los padres amorosos y firmes.
Es una saludable y equilibrada combinación del padre dominante y el permisivo.
Generalmente poseen reglas, límites y normas claramente definidas, tomando el tiempo para enseñar a sus hijos a comprender esos límites y dando claras advertencias de las consecuencias cuando transgreden un límite establecido. Brindando apoyo, expresando afecto y dedicando un tiempo especial para escuchar a sus hijos cuando han violado un límite.
Algunas características típicas de un padre firme y amoroso.
- “De que manera podemos solucionar esto”
- “Recuerda, hemos acordado…”
- “Cuando estemos más tranquilos hablemos al respecto”
- “Piénsalo antes de tomar una decisión”
Algunas reacciones de sus hijos:
- Respeto de sí mismo
- Capacidad para acatar autoridad
- Felicidad
- Seguridad
- Más comunicación con sus padres.
En conclusión, para obtener los mejores resultados en la crianza de nuestros hijos, debemos tomar el modelo bíblico y guiarnos según las escrituras.
- Disciplinando a nuestros hijos, marcando límites bien definidos en el hogar.
- Siguiendo el gran mandamiento de las escrituras: Amándonos los unos a los otros de una manera cálida y afectiva que brinde apoyo.
Basado en el libro “La llave al corazón de tu hijo” Gary Smalley.