Mag. Cielo Porras Mora.
Magister en Psicopedagogía y Licenciada en Ciencias de la Educación.
Los niños de hoy nativos digitales desde que nacen, tienen acceso a la tecnología, hasta parece forma parte natural de su vida. Sin embargo, si no se regula su uso puede bajar la interacción con la realidad y la práctica de actividades motrices o sociales propias de la infancia.
Por lo tanto, así como es muy difícil mantenerlos aislados de la tecnología, tampoco sería adecuado exponerlos o permitir el uso inadecuado de la misma.
La clave está en ser padres y docentes mediadores que eduquen en su uso. Además, promover actividades propias de la infancia, como por ejemplo compartir tiempo con amigos, jugar y divertirse, claro bajo supervisión parental o de los encargados. Aunque parezca increíble, muchos niños no realizan estas experiencias que parecen tan propias de la niñez.
Imaginarse a una niña de apenas dos años entretenida con tableta en mano, deslizando su pequeño dedo sobre la misma, y pasando de una aplicación a otra es una situación observada en los tiempos modernos. Analizando lo anterior, vemos que para pulsar una tableta se puede usar un solo dedo, mientras que para pasar las páginas de un libro o actividades, como por ejemplo apilar bloques, se necesita ejercitar más dedos y partes de la mano.
A algunos estudiantes de la actualidad no les gusta copiar o se cansan rápidamente en la escuela al escribir. Esto puede no ser casualidad, claro sin generalizar, ya que cada caso es particular y pueden existir muchas otras razones, además de la falta de oportunidades para desarrolla la motora fina a tiempo.
El desarrollo adecuado de habilidades motoras y sociales durante la edad preescolar son de mucha importancia para posteriormente lograr realizar tareas propias de la escuela y la vida. Además, se debe respetar el proceso o situación particular de cada niño, nada se hace forzando o adelantando y escolarizando el preescolar, ya llegará el tiempo de pasar a la escuela.
Por lo tanto, entre muchas otras, es importante brindar oportunidades de entrenamiento y preparación en motora fina, esta que tiene que ver con la coordinación de las distintas partes con precisión para producir movimientos pequeños.
A continuación, se sugieren ideas de actividades relacionadas con el objetivo de que sean ajustadas a cada caso, promoviendo desarrollo y aprendizaje para la vida de manera supervisada.
- Permitir realizar acciones como vestirse, ponerse los zapatos y abotonarse, entre otras.
- Compartir espacios divertidos en familia donde el estudiante moldee con masa por ejemplo, este estímulo sensorial le ayudará a embarrarse y a experimentar con nuevas texturas.
- Promover el dibujo, el arte, colorear y pintar utilizando diferentes técnicas, papeles, tamaños y texturas.
- Rasgar siguiendo patrones de líneas onduladas, rectas, zigzag y figuras de diferentes diseños, se puede aprovechar revistas o papeles de regalos.
- Resolver actividades de marcar las diferencias, sopas de letras, seguir laberintos sin tocar las líneas o completar figuras ya indicadas. Muchas veces estas vienen en periódicos o revistas.
- Enhebrar utilizando lana y cereales que tengan orificio en el centro para pasar el hilo.
- Utilizar los dedos pulgar e índice como pinza en actividades como rasgar papel.
- Jugar con plastilina realizando diferentes formas o modelos.
- Hacer bodoques de papel china y luego pegarlos dentro de diferentes diseños.
- Cuando llegue el tiempo de usar la computadora, es importante aprender correctamente, utilizando todos los dedos y no solo uno o dos.
Cabe recalcar, que ante todo, se debe motivar y acompañar con frases positivas que fortalezcan la autoestima y ganas de atreverse a practicar las actividades.
Lograr el balance adecuado entre modernidad e infancia, regulando el uso de la tecnología, promoviendo actividades motoras supervisadas, compartiendo tiempo de juego y permitiendo que vivan la infancia como verdaderos niños, son fundamentales para que los nativos digitales puedan desarrollarse de manera integral y feliz.