Malos hábitos en sus hijos que no debe descuidar

Malos hábitos en sus hijos que no debe descuidar

Como todas las personas, los niños van desarrollando algunos hábitos que pueden no ser tan positivos, dependiendo de su entorno, sus enseñanzas, su familia y sus interacciones, entre otros. La gran ventaja es que, al estar en pleno proceso de aprendizaje, es más sencillo corregir estas malas actitudes, pero lo difícil para algunos padres es detectar cuáles son esos hábitos que no deben ignorar y cómo eliminarlos de manera asertiva.

Por eso, le compartimos una lista de hábitos que tal vez no se ha percatado, pero pueden ser nocivos más adelante y deben corregirse en la niñez:

Interrumpir a los demás cuando están hablando

Este es uno de los comportamientos más comunes, sin embargo, aunque puede ser una etapa, a la larga se puede convertir en un problema de atención y frustración para los hijos. Este problema se presenta cuando ellos intentan decirnos algo o hablarnos mientras estamos hablando con otras personas y no respetan el espacio. La manera correcta de eliminarlo, es solicitar al niño o niña silencio antes de hablar con esa persona, darle una actividad mientras tanto o señalarle un lugar para que espera, y después explicarle que no conseguirá atención de esa forma.

Interacciones muy bruscas

Aunque todo parezca un juego, muchas veces los niños se pasan y pueden lastimar a otros e, incluso, sentirse bien al hacerlo. Por eso, es clave que desde pequeños entiendan que no es permitida ningún tipo de violencia o agresión, y aprendan a respetar a las personas con las que interactuan en su día a día, sean adultos, compañeros, niños menores, etc.

Por más “inofensiva” que sea la acción, siempre se debe explicar que no es permitida, preguntarle al niño o niña qué sentiría si lo tratarán igual, pedirle que si va a seguir jugando no lo haga de manera brusca y suspender el juego, si los malos tratos continúan.

Fingir que no te escucha

Es común, ver niños tapándose los oídos y gritando para no escuchar ni hacer caso a sus padres, pero esta es otra de las actitudes que no debemos dejar pasar, para sentar límites de respeto y obediencia en nuestros hijos. Cuando debemos decir las cosas varias veces, también se produce esta desobediencia, pues el niño o niña cree que no prestar atención no tiene consecuencias y que es él o ella quien manda. En estos casos, el padre se debe acercar para dar la indicación y asegurarse que su hijo lo mira y que contesta.

De mantenerse la actitud, es aconsejable imponer alguna consecuencia para enseñarle al niño de responsabilidad.

Actitudes desafiantes

Estas también son muy comunes y en múltiples formas: desde virar los ojos, hasta levantar los hombros o gritar. Lo cierto es que, son actitudes que deben detenerse desde el principio, para que su hijo entienda que no puede hablar o comportarse de esta forma con las personas,  pues es irrespetuoso. Entre más se permite, más se repetirá, más se deja pasar y más piensa el niño o niña que puede seguir haciéndolo.

Una forma de enfrentarlo, es ignorar al pequeño, alejarse y cortar la interacción hasta que asuma otra actitud y deje de lado los desafíos.

Mentiras y exageraciones

Esto no se debe confundir con imaginación, pues los niños suelen mentir o inventar para quedar bien ante sus pares, mostrarles que son mejores o mejorar su imagen, pero este es el principio de la deshonestidad y es relevante, mostrar desde pequeños a nuestros hijos, que esto no es correcto, de manera que no se llegue a convertir en algo automático o aceptable dentro de su comportamiento futuro.

A veces los padres creen que estas “pequeñas mentiras” no son graves, y probablemente no lo sean, pero abren la puerta para que el niño o niña mienta o exagere, sin tener ningún remordimiento ni consciencia de que es incorrecto.

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