Licda. Psicología. Rocío Rodríguez. Cód. 10026.
Master en Educación.
rrocio1965@gmail.com
La Neurosicoeducacion es la ventana que todos deben de abrir para el progreso.
Muchos se preguntarán por qué si hoy en día se cuenta con tecnología, recursos didácticos, docentes con más especialidades, aulas donde se les brinda atención a estudiantes con algunas situaciones especiales, entre muchas otros beneficios que ofrecen las escuelas tanto públicas como privadas, ¿por qué cada día los aprehendientes muestran menos interés por aprender? ¿Será que se ha dejado de lado la educación emocional de los estudiantes y docentes? ¿Será que esta falta de conocimiento en el área emocional hace que los docentes y estudiantes no logren hacer un vínculo emocional, donde se genere satisfacción para aprender, donde se logra mayor atención para asimilar conocimientos, donde el estudiante se sienta feliz yendo al recinto escolar?
¿Qué es lo que está sucediendo, si supuestamente los docentes cuentan con mucho, pero a la vez con nada, y los estudiantes tienen todo a la mano para tener un proceso educativo exitoso, y más bien es un viacrucis para sus padres y maestros?
Se debe enseñar a las nuevas generaciones la autorregulación de sus impulsos y emociones, la automotivación, manejar adecuadamente no solo las relaciones interpersonales, sino las intrapersonales; los niños deben comprender, desde edades tempranas lo que es la empatía, la solidaridad, el amor, valores que los conduzcan a ser personas altruistas, y sobre todo, por medio del aprendizaje, alcanzar el progreso óptimo a nivel personal, siendo personas que puedan resolver conflictos de una manera acertada, logrando tener control de sus emociones, y asertivamente, promover un crecimiento global donde pueda desempeñarse como un ser donde alcance su realización y felicidad.
Por medio de la neurosicoeducación, se puede lograr un aprendizaje que conduzca al progreso de la sociedad, pero más importante aún, los responsables de ese progreso deben ser seres humanos con capacidades de autoconocimiento, grandes valores, tener habilidad para resolver conflictos de una manera donde la salud mental no esté en juego, y las habilidades sociales se puedan desarrollar asertivamente, respetando a los demás y ayudando a que los futuros estudiantes puedan comprender que el aprendizaje es el único vehículo para alcanzar lo que en algún momento se puedo creer inalcanzable.
Hoy en día, se tiene la posibilidad de ver el comportamiento de las diferentes áreas del cerebro expuesto a diferentes situaciones, y gracias a esto, se pueden dar explicaciones de cómo y por qué se producen los pensamientos, emociones, conductas y acciones. A partir de aquí, es vital que la educación se enfoque hacia un desarrollo humano sano, comprendiendo que los seres humanos tienen reacciones primitivas y elementales, donde el factor genético tiene un papel importante, pero no menor que el medio ambiente en el que se desarrolla un niño. Así que, tomando en cuenta que los seres humanos son una unidad a la que se llamará UCCM + ambiente (Unidad, Cerebro, Cuerpo, Mente + ambiente) es responsabilidad no solo de los mentores de la educación, sino de los padres de familia y de la sociedad entera, de posibilitar un aprendizaje donde se conjugue un desarrollo integral.
Gracias a todos los aportes y conocimientos brindados en los últimos 30 años por las Neurociencias, la Neurosicoeducación aporta todas las herramientas para que dentro del aula se puedan generar facultades cognitivas superiores del cerebro, siendo los estudiantes conscientes de que pueden anticipar respuestas, que si bien es cierto pueden ser instintivas, con un buen aprendizaje, lograrán ser responsables de la comprensión y respuesta de sus emociones. Esto hará que las nuevas generaciones se comporten de una manera más civilizada, dejando poco a poco comportamientos primitivos, que lejos de ayudar a resolver algún conflicto, producen grandes lesiones a nivel emocional, no solo a quien las produce, sino al resto que las comparte.
Es importante mencionar y tener claro que los seres humanos están formados por 100.000 mil millones de neuronas (células del cerebro) y se conectan con otras logrando 1.000 billones de conexiones. Pero, ¿qué se logra con estas uniones? Lo más maravilloso, el cerebro usa el 20% de la energía del cuerpo para poder hacer nuevas redes o Sinapsis. Cuando esto ocurre, le permite al cerebro tener nueva información, se consolida la memoria, se forman redes Hebbianas, las cuales son la base de la neuroplasticidad cerebral.
Por todo lo anterior, el tema de la neurosicoeducación debe estar colocado sobre los escritorios de los directores y jerarcas de la educación. Todo inicio de plan, objetivos, contenidos y resultados se deben enfocar en el respeto a lo que se siente y piensa.
Se podrá contar con nuevas generaciones educadas desde la neurosicoeducación, brindándole a los docentes información de cómo conocer sus propias emociones para que puedan comprender las de sus estudiantes. A partir de este momento, es cuando se podría decir que la educación sí está cumpliendo su misión para lograr seres felices, realizados, motivados, autorespetables, empáticos, humanos, humildes, autoreguladores de sus emociones, y sobre todo, realizados de hacer lo que aman disfrutándolo y compartiéndolo a la sociedad con amor y entrega.