Nutrición y hábitos saludables

Carolina Vásquez Saénz, equilibrionutricionalcr@gmail.com
Nutricionista Institucional, Colegio Bilingüe Cristiano Palabra de Vida

El tema que vamos a desarrollar es de gran importancia, debido a que en los últimos años se ha visto en nuestro país un aumento significativo de enfermedades en nuestros niños y adolescentes que anteriormente padecían nuestros padres y abuelos. Entre estas enfermedades podríamos nombrar la diabetes tipo II (enfermedad adquirida por malos hábitos alimentarios), obesidad, hígado graso y dislipidemias (niveles alterados de colesterol y triglicéridos), entre otras. En esta dirección se creó el último reglamento del Ministerio de Educación pública para mejorar la calidad de lo que venden los comedores o sodas en las instituciones educativas y como un derecho que tienen los y las estudiantes de una alimentación saludable, la cual debemos procurarles en centros educativos.

 

¿Pero qué es nutrición?

Es la forma adecuada de alimentar nuestro organismo para poder lograr el mejor desempeño físico y mental, tanto dentro de nuestro hogar como fuera de él; tomando en cuenta que la alimentación es diferente dependiendo de cada individuo. La adecuada nutrición logra sanar, mejorar o prevenir enfermedades, físicas y mentales; nombrando las últimas como muy comunes en las etapas de la pre adolescencia y adolescencia.

 

¿Qué son hábitos saludables?

Sabemos que un hábito es algo que se aprende y comienza a formar parte de nuestra cotidianidad. Por lo tanto, no pretenderemos cambiar un hábito que tenemos en un período corto y con poco esfuerzo; debo decir que, en mi experiencia, es un proceso que se puede disfrutar en el cual se aprende algo que no se le toma importancia, y muchas veces es la razón de un sinnúmero de nuestras enfermedades digestivas, dolores de cabeza, crisis magañosas, cansancio, depresión, gastritis, colitis y otras.

 

¿Cuáles son los hábitos saludables que debemos implementar?

•  Ingerir gran cantidad de líquido libre de calorías en el transcurso del día, de dos a tres litros dependiendo de la actividad física, y el peso, a mayor peso, mayor necesidad de líquido; y lo mismo en la actividad física: entre más ejercicio, más necesidad de reponer líquido. Como bebidas sin calorías podemos nombrar: té de bolsita y frescos de paquete endulzado con sustitutos del azúcar y bebidas gaseosas sin azúcar tipo light o libre de azúcar; las cuales pueden consumir los diabéticos.

•  Tiempos de comida: nuestros famosos cinco tiempos de comida en realidad se pueden convertir en ocho tiempos, los cuales se hacen en lapsos de mínimo cada dos horas y máximo cada cuatro horas; ¿qué raro: “comer más adelgaza”? Sí, porque a mayor cantidad de meriendas, mayor aceleración del metabolismo y con ello, la quema de calorías.

Se entiende que una merienda debe ser una fruta pequeña, o un yogurt light sin topping, o un jugo endulzado con sustituto de azúcar, o un vaso de fresco de fruta sin azúcar, o verduras no harinosas (apio, zanahoria, tomate, palmito), o un vaso de leche descremada. Evite las meriendas con harinas ya que estas se almacenan en grasa.

•  Frituras y comida rápida: elimine o reduzca la conocida comida rápida o frituras ya que este tipo de alimentos tienen gran cantidad de calorías. Aproximadamente un combo regular es equivalente a la grasa que necesita el cuerpo en una semana, y al freír los alimentos el aceite se convierte en una sustancia tóxica.

•  Actividad física: es importante, no solo para mantener una buena figura, sino porque previene la depresión, fortalece los huesos, mejora la concentración, previene el cáncer, reduce nuestra enfermedad actual, el estrés, entre muchas cualidades.

•  Tentaciones en la alacena: evite los alimentos que no son adecuados en la alacena para impedir su consumo

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