Actualidad Educativa.
¿Quién no recuerda ver aquellas hermosas tardes de verano, y estar recibiendo clases dentro del aula? Más de una vez pedíamos utilizar las mesitas de afuera para hacer las prácticas en clase, porque, de todos modos, siempre estaban vacías.
Probablemente esta escena se siga repitiendo. Normalmente, se considera solo como espacios exclusivos para el aprendizaje, lo interno, “lo que evite las distracciones”. Aun así, en muchas ocasiones, los centros educativos buscan ampliar la infraestructura educativa, más allá de las aulas, los laboratorios, bibliotecas, etc.; pero, ¿qué tan importante constituyen estos otros espacios que permiten el esparcimiento de los estudiantes y del personal docente, y qué relación tienen con los resultados académicos de los y las estudiantes?
El Programa Estado de la Educación, para el informe 2015, estudió, en 251 colegios públicos del país, la existencia y las condiciones de la infraestructura destinadas a la recreación. ¿Qué encontraron?
Recreación y deserción escolar. Existe una relación importante entre las condiciones para incentivar la convivencia en los centros educativos y la deserción escolar. Los investigadores encontraron que la existencia de mayores oportunidades para los estudiantes de incorporarse a grupos artísticos o deportivos, más una mayor flexibilidad en el uso de los espacios disponibles, generan menos deserción. Así, en los centros en donde estas condiciones se daban, los índices de los alumnos que abandonaron el curso lectivo fueron menores que en aquellos en donde las condiciones estaban ausentes o eran mínimas. Por otro lado, además de la disminución en la deserción, también los centros con un mayor uso de espacios para la convivencia presentaban menos estudiantes expulsados.
Más espacio no significa mayor convivencia. Necesariamente mayores áreas recreativas, o incluso, un mayor acceso a espacios alternativos, no significa que estas se estén utilizando efectivamente para ese fin. Se recomienda la construcción de estrategias conjuntas para la gestión de espacios de ocio y esparcimiento. Igualmente, se pueden incorporar los espacios “prohibidos” o subutilizados. Para esto, la participación y el rol que pueden jugar los docentes de artes plásticas y de música puede ser vital en la renovación de estos espacios.
Deportes y artes incentivan convivencia. Es importante generar esfuerzos que institucionalicen las actividades dedicadas al deporte y al arte para promover la convivencia no sólo entre los estudiantes, sino también al resto de la comunidad del centro educativo.
Así las cosas, el aprendizaje en los centros educativos no se limita únicamente a las aulas, laboratorios, bibliotecas, u otros espacios dedicados al desarrollo de las actividades académicas. Por el contrario, la inclusión participativa de los estudiantes, no solo en el uso, sino también en la renovación y diseño de las áreas de convivencia, los motiva para involucrarse en actividades deportivas y artísticas, que al final, podrán impactar positivamente el rendimiento académico de cada uno de ellos.
Fuente: Barrantes, K; Mora, K; y Robles, D. (2014). Importancia de los espacios de convivencia y recreación en el contexto de la educación secundaria. En Programa Estado de la Nación. (2015). V Informe del Estado de la Educación.