Alejandro Egea
Fundación Quirós Tanzi
Uno de los retos actuales en materia de educación en Costa Rica es la formación de técnicos y profesionales en tecnología. Año con año, más compañías especializadas se instalan en nuestro país gracias a factores como una ubicación geográfica conveniente, el dominio de idiomas extranjeros y la formación académica de los ciudadanos. No obstante, para mantener -e incluso mejorar- esta tendencia es necesario fomentar las competencias académicas desde las escuelas primarias, a partir de iniciativas que estimulen el pensamiento creativo.
Hoy en día, el sistema educativo nacional cuenta con varias iniciativas que apoyan la interacción de los niños con las computadoras, lo cual es digno de reconocimiento. Sin embargo, la realidad nos demuestra que, además de contar con equipos actualizados para el aprendizaje, existen otras necesidades colaterales que también deben ser atendidas para apoyar, de forma eficiente, la educación tecnológica de los escolares, entre ellas la velocidad de conexión y la preparación docente.
La experiencia de la Fundación Quirós Tanzi durante los dos últimos años ha comprobado que el ancho de banda existente en las escuelas es sumamente deficiente. Aspectos como acceso a Internet y fiabilidad de la red son limitados por conexiones que apenas alcanzan 1 ó 2 MB, en los mejores casos, pues varias instituciones incluso carecen de conexión. Esta situación se agrava cuando se requiere que 60 estudiantes y 10 profesores se conecten simultáneamente a la red escolar con su propia computadora, de forma que los objetivos de educación y uso de plataformas web se ven afectados por velocidades sumamente lentas.
Por otra parte, la Fundación también ha sido testigo de la carencia de conocimientos y formación tecnología con que cuentan los docentes de primaria. Esto puede deberse a múltiples razones que pueden convertirse en una oportunidad para brindar una mejor capacitación:
a) Actualmente, la tecnología y la educación se trabajan de manera separada y diferente. El docente promedio no ha sido capacitado para usar tecnología y, mucho menos, a utilizar la tecnología como una herramienta pedagógica para enseñar. Debemos comprender que la tecnología no es un sustituto del docente, sino una aliada; una herramienta aprovechable en el proceso de aprendizaje, al igual que el cuaderno o la pizarra.
b) La tecnología se utiliza como un fin en sí mismo y no como una herramienta. Por tanto, los docentes que saben de computadoras enseñan a los niños a manipular la computadora, no a usarla como un medio para poder crear. Con el modelo y metodología que promovemos en la Fundación Quirós Tanzi buscamos cambiar el paradigma de “ir a la clase de computación” a “ir a clases con la computadora”.
c) El proceso de aprendizaje tecnológico es continuo y, por eso, además de capacitar a los docentes, es necesario brindarles un acompañamiento continuo e integral, de forma que cuenten con un apoyo pedagógico para implementar sus clases.
Adicionalmente, cabe recalcar que el uso de tecnologías móviles también debe ser una prioridad en la formación de los estudiantes, puesto que las telecomunicaciones están transformando la interacción del mundo entero a través de dispositivos wireless e interactivos.
Ante estas realidades, debemos actuar en conjunto para proporcionar soluciones que fortalezcan la educación tecnológica en la educación primaria en el corto y mediano plazo, si deseamos continuar por las vías del desarrollo científico y económico. En este plano, la colaboración de entidades públicas con el apoyo de empresas privadas será clave para lograr que el uso de la tecnología en las aulas evolucione hasta convertirse en una herramienta que empodere la educación y el aprendizaje de nuestros niños. Si nos comprometemos juntos a proveer estos requisitos técnicos y pedagógicos, lograremos que los estudiantes redescubran el conocimiento y generen nuevos patrones de aprendizaje dinámico, digital y propositivo.