Licdo. Walter Chacón
Psicólogo Clínico
Integra Vita
Centro integral de apoyo individual y familiar
www.integra-vita.com
Tel: 2291 9898
Hoy en día sabemos que es muy común que un niño de edad escolar tenga teléfono celular con incluso acceso ilimitado para navegar en el Internet, también tabletas, computadores y otros.
Como bien sabemos, este es un recurso de suma importancia para nuestra población infantil en diversas áreas como aprendizaje, estimulación, resolución de conflictos y todo tipo de información para su desarrollo intelectual. Sin embargo, el uso de dispositivos tecnológicos en los infantes también debe ser una oportunidad para que los padres les orienten y a la vez aclaren el objetivo por el cual se le brindará el mismo, con el fin de desarrollar responsabilidad y límites.
Esta debe ser la primer consigna a la hora de facilitarles este tipo de herramientas tecnológicas.
Muchos de los chicos reciben el dispositivo “a la libre”, y por consiguiente, no saben los límites, ni en tiempo ni contenido respecto a su uso. Lo anterior genera que el niño acumule gran cantidad de energía por pasar tanto tiempo en un solo lugar haciendo uso de algún juego electrónico provocando que, posteriormente, se encuentre muy activo durante el resto del día.
Además, su mayor cantidad de concentración se enfocaría al uso de estos elementos, lo que puede ocasionar pérdida de atención en otras tareas propias de su edad; por ejemplo trabajos escolares, explorar otras áreas de juego, compartir con sus amigos y familiares.
Otro aspecto importante es que los niños en esta era de aprendizaje ilimitado pueden consultar por medio de Internet cualquier duda en cualquier etapa de su crecimiento, evitando así que su primera fuente de aprendizaje y educación, como solía ser anteriormente, sean los padres y maestros. Lo anterior pone en riesgo el tipo de información que el niño consulte y se le estaría dejando la responsabilidad de temas vitales en la educación a un posible padre fantasma de la tecnología, por ejemplo nuestro famoso buscador Google. Entonces viendo en detalle un ejemplo en donde el niño recibe en su escuela, temas relacionados con educación sexual, que despierten más preguntas, ya no serían canalizadas por los padres quienes, en muchas ocasiones se encuentran trabajando hasta tarde, atendiendo múltiples tareas del hogar que se quedaron para la noche, y, como consecuencia, los hijos consultan mejor al Internet cualquier duda respecto al tema. Lo anterior deja una gran puerta abierta para que la tecnología sin supervisión brinde a la gran población infantil fuentes distorsionadas de información sexual, como por ejemplo la pornografía.
Otro gran riesgo del uso de dispositivos, sin supervisión, es que tienden a convertirse en el principal compañero de un niño que usualmente ya no cuenta con una gran cantidad de, hermanos, puesto que la actualidad las familias son más pequeñas, o bien se tiene un hijo único, que es cuidado por su abuelita o guarderías, por lo que el dispositivo se convertiría en una fuente que refuerza el aislamiento donde se realizan contactos con el exterior solamente por uso de redes sociales, y el niño, a la vez, puede aprender a no comunicarse verbalmente como antes, sino por mensajes de texto. Claramente lo anterior limita aún más la comunicación y lazos familiares fundamentales para la salud mental y crecimiento cognitivo ideal para crear vínculos sociales en su futuro.
Algunas de las recomendaciones básicas que podemos brindar a los padres para disfrutar de los beneficios de la tecnología, salvaguardando la salud mental de los infantes, sin que los dispositivos jueguen en nuestra contra, serían los siguientes:
- Siempre realizar un encuadre con el niño del principal objetivo de tener acceso a un celular inteligente o tableta. (Uso único para tareas, comunicación con los padres y otros).
- Tener un horario específico en donde el acceso al Internet sea monitoreado por los padres o responsables del menor (evitar el uso en lugares privados).
- Evitar que el niño haga uso de los dispositivos en actividades que son específicas para socializar en persona. Ejemplo: Evitar el uso de celular en un cumpleaños.
- Trabajar la comunicación abierta del niño con los padres de familia y enseñarle desde edades tempranas a cuestionar y comentar cualquier tipo de información que sea encontrada en el Internet.
- Al ser menor de edad, negociar las claves de ciertas redes sociales, para que los padres puedan ejercer supervisión de los contactos y conversaciones que el niño mantiene con el mundo exterior.
- Promover espacios de calidad y no cantidad con sus hijos, en donde el adulto modele su habilidad para dejar de lado la tecnología en momentos de compartir.
Como cualquier actividad o responsabilidad que se le brinde a un menor de edad, es básica la supervisión, el límite asignado por sus tutores o padres de familia, y la constante revisión del uso de los dispositivos tecnológicos para garantizar que nuestra futura generación aprenda a hacer un uso responsable pero a la vez provechoso de los avances en comunicación de hoy en día.